GRC para la gestión eficiente de la seguridad en una empresa
Las ciberamenazas, en constante evolución y cada vez más sofisticadas, y la exigencia en las regulaciones, hace que las empresas, independientemente de su tamaño o sector, se vean obligadas a cumplir con normativas rigurosas que garanticen la seguridad de sus datos. En este contexto, contar con un marco de GRC sólido se ha convertido en un elemento clave para garantizar una gestión efectiva de la seguridad.
La gestión coordinada del gobierno, la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo —conocida bajo las siglas GRC— aporta un valor estratégico esencial a las empresas. Entre sus ventajas se incluyen la optimización en la toma de decisiones respecto a cuestiones fundamentales relativas a la política de ciberseguridad de una organización, una mejora sustancial en la eficiencia operativa frente a las amenazas, un fortalecimiento de la reputación respecto al compromiso de una entidad con la protección de la información y, además, una sensible reducción de costes derivados de la implantación de medidas de seguridad, al ajustar perfectamente las necesidades con los recursos disponibles.
Con las ciberamenazas evolucionando constantemente y la cada vez mayor complejidad del paisaje regulatorio que las enfrenta, las empresas, independientemente de su actividad, tamaño y volumen de negocio, han de llevar a cabo sus actividades en condiciones gradualmente más codificadas y reguladas para que, de esta forma, se pueda avalar la seguridad de sus datos. En semejante contexto, la atención al gobierno, la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo (GRC) se antoja crucial.
¿Qué es GRC?
Constituye un marco comprehensivo que permite, de forma organizada y holística, ajustar las exigencias legales, normativas y regulatorias a las estrategias de gestión operativa de las empresas, alineando sus intereses comerciales con las necesidades, cada vez más perentorias, de afrontar adecuadamente las cuestiones de seguridad de las tecnologías de la información.
Es un concepto ampliamente reconocido en el sector de la ciberseguridad que responde a tres elementos:
- Gobierno (G): Establece los procedimientos y directrices que rigen la gestión de la empresa, garantizando que se cumplan las normativas y leyes aplicables.
- Gestión de riesgos (R): Implica la identificación, evaluación y mitigación de las amenazas que enfrenta una organización en materia de ciberseguridad.
- Cumplimiento normativo (C): Se enfoca en garantizar que la empresa cumpla con los estándares y regulaciones, como ISO 27001 o el Esquema Nacional de Seguridad (ENS), para asegurar la protección frente a ciberamenazas.
Gobierno
Mediante el mismo se estructuran el conjunto de procedimientos que rigen el funcionamiento de una empresa. Define claramente los roles y responsabilidades del personal, delineando las acciones que corresponden a cada cual desde el cuidado de la seguridad de la información y de los datos. Delinea la estrategia para que el conjunto de la organización converja adecuadamente en la consecución de los objetivos deseados, y, al hacerlo, se ajuste a las exigencias legales y regulatorias a las que una entidad está obligada.
Se apoya en un liderazgo efectivo capaz de coordinar un diseño organizacional correctamente definido, con procesos de acción y toma de decisiones firmemente establecidos, basados en claros mecanismos de comunicación que transmitan la información oportuna para, entre otras cuestiones, mantener la actividad según los parámetros de ciberseguridad estipulados. Una alta gerencia en sintonía con las directrices marcadas desde las buenas prácticas en cuestión de gobierno contribuye, de manera formidable, a la mejora continua de una empresa.
Gestión de riesgos
Aporta una metodología sistemática que permite la identificación, evaluación y actuación frente a los peligros (fuga de datos, vulnerabilidades, etc.) que amenazan a una empresa respecto a la salvaguarda de sus activos, a nivel de tecnologías de la información. A partir de un conocimiento exhaustivo de los riesgos a los que se expone una organización, y de las repercusiones que un ataque informático podría acarrear, esta acción clave dentro del área GRC permite tomar decisiones informadas que ayuden a reforzar la estrategia de ciberseguridad. Dejar desatendido este aspecto expone temerariamente a severas consecuencias que abarcan, desde importantes pérdidas financieras, hasta perjuicios irreversibles a la reputación de una entidad.
Una correcta gestión de riesgos no solo reduce el impacto de las amenazas, sino que también incrementa ciberresiliencia de la organización.
Cumplimiento normativo (Compliance)
Compone el tercer componente crítico del marco GRC. A través de él, una empresa se cerciora de que se adhiere a los requisitos de los estándares que, cada vez en mayor medida, se están exigiendo como condición sine qua non para establecer relaciones comerciales ciberseguras con clientes y proveedores. Asegura que tanto las actividades de una organización como sus procesos se alinean con reconocidos controles externos, regulados por organismos que cuentan con la confianza del sector de la ciberseguridad (tanto a nivel internacional como nacional).
No obstante, el cumplimiento no se reduce al seguimiento de normas. Su función primordial es generar confianza, pues su adopción pone de manifiesto un interés genuino por proteger con las mejores prácticas tanto a la empresa que lo incorpora, como a sus partes interesadas.
GRC y normativas de referencia
Disponer de solventes bases de GRC ayuda a simplificar la complejidad. Su importancia primera radica en contribuir significativamente a que las empresas se ajusten eficazmente a los cambiantes escenarios que caracterizan el mundo de la ciberseguridad, tremendamente dinámico y adaptativo. Para ello, organiza de forma coherente la miríada de aspectos a considerar a la hora de erigir un sistema convenientemente bastionado frente a las ciberamenazas.
Los marcos de referencia son muy variados. Por su volumen de implantación, quizá los más conocidos sean aquellos recogidos bajo los estándares ISO. Junto a estos, las agencias oficiales públicas de cada país vienen desarrollando normativas específicas cuya adopción es prácticamente imprescindible. En este sentido, en nuestro contexto particular disponemos del denominado Esquema Nacional de Seguridad (ENS).
La adecuación de los negocios a los criterios de ciberseguridad estipulados por estos medios exige la atención constante a una cantidad muy considerable de detalles precisos y en constante transformación. De ahí la conveniencia de disponer de profesionales dedicados en exclusiva a estos aspectos específicos.
Soluciones GRC
La gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas no pueden contar con un departamento que, exclusivamente, se ocupe de la infinidad de cuestiones que conlleva todo lo relacionado con GRC. Externalizar estas funciones es una opción por la que se inclinan cada vez en mayor medida este tipo de organizaciones. Contar con personas expertas en la implantación de estándares como ISO 27001 o ENS, junto con otras normativas relacionadas con la protección de datos personales (Reglamento General de Protección de Datos, Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales, etc.), facilita la obtención de las certificaciones oficiales.
JakinCode, además de ofrecer a sus clientes un equipo de consultores con formación y experiencia en estos campos, ha desarrollado en exclusiva una aplicación diseñada específicamente para simplificar al máximo las labores de implantación. El software JakinSuma es una solución que ayuda de manera extraordinaria a cumplir con los marcos de ciberseguridad. Permite definir y desarrollar toda la gestión de la seguridad de la información, minimizando los riesgos de modo que no sean un escollo que dificulte la consecución de los objetivos empresariales. Además de facilitar el cumplimiento normativo, el software JakinSuma asegura trabajar con las mejores prácticas, automatizando las rutinas de gestión de la seguridad para que los sistemas se mantengan constantemente actualizados.
El marco GRC es esencial para gestionar de forma estratégica la ciberseguridad en las empresas. Al integrar el gobierno, la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo, las organizaciones pueden identificar y mitigar amenazas de manera más efectiva, responder adecuadamente ante incidentes y asegurar su resiliencia. Además, GRC permite una mejora continua y garantiza que las empresas se ajusten a las normativas vigentes, fortaleciendo así su capacidad para proteger sus activos.
En JakinCode somos expertos en la implantación e implementación de la ISO 27001 y el ENS.